martes, 19 de julio de 2016

luces incandescentes.

después de tanto caos deseado, la tranquilidad es una manifestación de los pensamientos de ambulantes por donde la razón no pasa por miedo a la locura, tiene miedo a caer en el manto delicado del pensar sobre su ser y el origen de su lógica, ya que caer en esa dulce trampa seria el paso  que tropieza con una roca testaruda y con ánimos perversos. El poco entendimiento de algo causa la confusión en masas, la materia acongojada percibe ese aroma a cuestionamiento que tanto llama la atención de la roca.
A todo esto las luces siguen su curso hipnótico en un vaivén insaciable intentando una atrapar a la otra, el fracaso sera su ocaso de un atardecer que nunca pasara de las 5:36pm, un letargo que solo durara mientras el tiempo piense sobre que es lo que ocurre en el espacio por donde transcurre su minutero, todo tiene su opuesto, su antónimo, ese contradictorio complemento del cual huir es solo correr bajo la corriente en un estado ingrávido, de nuevo la razón aparece e intenta terminar con la pasión que no termina de fundirse para convertirse en energía; la energía es solo el movimiento de átomos desesperados por sentirse vivos en una realidad tan absurda donde el prototipo de un mismo prototipo es solo el tipo del primer. paradojicamente la lógica se puede contradecir con el mero hecho de su enemiga y en este momento, la lógica.

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